13 Beneficios del Aprendizaje Constante.

c = 299,792,458 metros por segundo.

Por Rodrigo Vázquez Gutiérrez

Y ésta no sólo es la velocidad de la luz, sino que pareciera que el mundo evoluciona con una rapidez similar todos los días; nuevos descubrimientos, procesos cada vez más originales, productos, tendencias, avances en la ciencia, la tecnología, la medicina, etc. Casi en todas las áreas de la vida existe un progreso continuo y no es poca cosa decir que vivimos en un mundo en el que la innovación es una constante. Y para casi todos nosotros la vida lleva una velocidad difícil de igualar; casa, trabajo, hijos, familia, compromisos, eventos sociales, vida personal hasta llegar a convertirse en una lista interminable. Un sinfín de ocupaciones llenan nuestros días haciendo muy difícil tener tiempo para actividades adicionales, pero no por eso menos importantes como es seguir aprendiendo.

Existen muchas profesiones en las que se debe estar actualizado constantemente para poder seguir ejerciendo. Profesiones en las que cada cierto tiempo, pueden ser 3, 4 ó 5 años, la persona debe llevar a cabo un examen de conocimientos para comprobar que sigue contando con las herramientas necesarias para desempeñar de manera eficiente su actividad. A mi parecer, esto debería de aplicar en todos los ámbitos y para todas las funciones. Pero la realidad es otra. Hay personas que saliendo de la universidad no vuelven a tomar un libro de texto y mucho menos asisten a un curso, taller o seminario para continuar en esta dinámica de aprendizaje constante.

Y sin embargo algo muy interesante de la época en la que estamos viviendo, es que el conocimiento está más cerca que nunca. Y no sólo me refiero a la cantidad de información que puede uno encontrar a un clic de distancia, sino a la sencillez con la que uno puede seguir aprendiendo en distintas modalidades y formatos; libros electrónicos, podcasts, cursos en línea, seminarios a distancia, talleres virtuales, presenciales, etc. Y sobre cualquier tema que a uno le pueda interesar; física cuántica, agricultura, mercadotecnia, mecánica, repostería, fotografía o idiomas. Prácticamente se puede aprender de todo en el momento que uno quiera y a través del formato que sea más práctico para cada quien.

Pero el problema no es ese sino el hecho de que, en general, las personas pocas veces nos damos la oportunidad de seguir aprendiendo, ya sea de temas que conocemos pero en los cuales convendría seguir actualizándonos, o en aquellos que nos interesan pero que desconocemos por completo. Y amén de las circunstancias que ya hemos mencionado, en el actuar de las personas existen hábitos o patrones de comportamiento que impiden lograr un aprendizaje constante.

Por ejemplo; regresamos a casa cansados del día y hartos del trabajo para continuar en el “doble turno” que implica atender a la familia y dar seguimiento a los pendientes personales. ¿Y qué hacemos después de eso? Tirarnos en el sofá a ver un maratón de la serie en turno a través de cualquiera de los múltiples servicios de streaming o televisión por cable que tenemos contratados y ni siquiera desquitamos. O pasar horas en cualquiera de nuestras múltiples redes sociales en donde acabamos viendo las fotos de las últimas vacaciones del primo del vecino del amigo del tipo que no fue a la fiesta. ¿Pero qué hay de ponernos a aprender algo nuevo? ¡Bah, quién tiene tiempo, energía, ganas y cabeza para eso! ¿Y qué hay del fin de semana? ¡Pues ese es para disfrutarlo que bien merecido lo tenemos! ¿O no?

Sin embargo, bien valdría la pena poner en una balanza los riesgos y beneficios de tener una actitud enfocada en el aprendizaje constante.

Empecemos por los riesgos:

• Estancamiento profesional y personal

• Permanencia en la zona de confort

• Pérdida de oportunidades laborales y de crecimiento

• Atascamiento en el nivel de sueldo e ingresos

• Reducción en la capacidad de generar ideas novedosas

• Continuar con la misma forma de pensar

• No vislumbrar nuevas posibilidades y opciones

Y la realidad es que tanto los beneficios como los aspectos positivos del aprendizaje constante son muchos:

1. Desarrolla la mente

2. Mejora la autoestima

3. Incrementa el potencial y la productividad

4. Genera oportunidades profesionales y personales

5. Aumenta la capacidad

6. Brinda la oportunidad de conocer gente nueva

7. Permite conocer otras formas de pensar

8. Ayuda a cuestionar las propias creencias

9. Expande la mente

10. Reduce la ansiedad y el estrés

11. Da la oportunidad de explorar nuevos temas

12. Desarrolla nuevas habilidades en la resolución de problemas

13. Permite ser más competitivos

Y generar una cultura enfocada en el aprendizaje continuo puede ser aún más fácil de lo que se cree. Basta con eliminar algunos hábitos y prácticas que no nos dejan mucho y enfocarse en buscar y propiciar momentos en el que el aprendizaje se pueda hacer presente. Por ejemplo, en lugar de sólo sintonizar estaciones de radio con música o noticias en los trayectos hacia el trabajo, la escuela o el supermercado, podemos escuchar un audiolibro o un podcast sobre ventas, emprendimiento, crianza responsable, mercadotecnia o desarrollo personal. Y esto también lo podríamos hacer al estar llevando a cabo actividades que no requieren el 100% de nuestra atención como: caminar, hacer ejercicio, cocinar, ejecutar tareas repetitivas en el trabajo o algunas tareas del hogar.

O en lugar de llegar a casa y ver la TV durante 3 ó 4 horas, podríamos dedicar 1 de ellas a leer un libro sobre algún tema de nuestro interés. Al hacer esto todos los días, tendríamos 365 horas más de conocimiento al terminar el año, es decir, más de nueve semanas adicionales de 40 horas: ¡dos meses de tiempo extra!

Sin embargo y como ocurre muchas veces en la vida, lo primordial es TOMAR LA DECISIÓN. Decidir qué se quiere aprender más, que se quiere conocer más y volverse un experto en el ámbito de nuestro interés obteniendo todos los beneficios que esto conlleva al tiempo que se mejora la vida tanto en el ámbito profesional como en el personal. Pero como se dice de manera coloquial; “ahí cada quien…”. Mi mejor recomendación es que tú seas de aquellos que DECIDEN aprender antes que morir…

¿Y tú, qué decisión vas a tomar a partir de ahora?