5 Lugares que no te debes perder en la Ciudad de México
Por Maria Luisa León Portilla
1. Teotihuacan, la Ciudad de los Dioses
Teotihuacan es el lugar más simbólico de todo México. Los antiguos habitantes del altiplano la consideraban la ciudad de los dioses y, desde que se tiene noticia de ella, era considerada un lugar sagrado, un centro ceremonial que hasta hoy debería verse con esos ojos y con el más absoluto de los respetos, cuando se hace su visita.
Hasta ahora es una de las cinco zonas arqueológicas más exploradas y estudiadas del país y está asentada en lo que pudo ser una rivera del gran lago que ocupaba la parte baja del valle de México. El lago ha disminuido, en parte por las obras hidráulicas hechas, y en parte por la naturaleza; por lo que ha quedado alejada de las orillas del lago y en zona relativamente seca.
En 1987 fue declarada patrimonio mundial de la humanidad. Tanto de día como de noche es absolutamente espectacular. Algunos prefieren visitarla en globo.
Fue construida hace más de 1000 años, probablemente en varias etapas constructivas. Lo que actualmente podemos visitar es la zona monumental, los grandes edificios religiosos, políticos y administrativos.
Dado el tamaño de la ciudad, debe haber tenido una economía muy desarrollada y una diversidad cultural enorme. Para las culturas de México el antiguo Teotihuacan representaba un lugar sagrado, un lugar al que se le guardaba mucho respeto y veneración.
Las primeras exploraciones de Teotihuacan se hicieron en el siglo XVIII
y luego en el XIX y XX.
Teotihuacan es testimonio vivo del concepto de urbanismo existente en el mundo mesoamericano.
La visita toma alrededor de 2 a 3 horas. Si se quisiera conocer a profundidad, sería necesario visitarla varios días. Dentro de la visita turística clásica, hay dos recorridos predominantes: el arqueológico como tal y el de pintura mural.
Grandes edificios como la Pirámide de la Luna y la del Sol (ambos con vistas panorámicas), el Templo de Quetzalcóatl y otros muchos más. En el recorrido de las pinturas, es muy importante destacar la excepcional técnica realizada al fresco sobre un acabado de estuco en el interior de los templos y edificios monumentales, Estos dos tipos de trabajo se enriquecen entre sí y se complementan. Aunque todavía guarda muchos secretos, la Ciudad de Teotihuacan reposa milenaria en el río del tiempo. Es recomendable ir por la mañana y entrar por alguna de las 5 puertas que hay para acceder.
Esta es la visita ineludible si solamente se dispusiera de un día para visitar México.
2. PLAZA MAYOR O PLAZA DE ARMAS
Actualmente conocida como Plaza de la Constitución
La Plaza de Armas o Plaza Mayor es el corazón de México, como la gran ciudad de México-Tenochtitlan y de México como país.
Es la segunda Plaza de Armas más grande del mundo y la más grande de América Latina. Mide aproximadamente 46,800 metros cuadrados de superficie. Se empezó a diseñar y construir inmediatamente al terminar la conquista; por lo que este año sería su 500 cumpleaños, por decirlo de alguna manera. Es seguro que está construida sobre alguna urbanización prehispánica que debe haber sido plana o semiplana, quizás un juego de pelota o una avenida.
Aparentemente había algunas pirámides también. A los costados de esta plaza se encuentran monumentos emblemáticos de la época prehispánica y colonial: algunos restos arqueológicos del Templo Mayor de los Aztecas en Tenochtitlan, la Catedral Metropolitana, que cuenta con 36 campanas entre otras maravillas; una de las más bellas del mundo, con obra de grandes pintores, escultores y por supuesto, arquitectos, el último de los cuales fue Manuel Tolsá; el Palacio Nacional, el Ayuntamiento de la Ciudad de México y los Arcos de Mercaderes; es decir, el poder político y el religioso convivían y siguen conviviendo en esta hermosa plaza que hoy se adorna en el centro con una enorme bandera del México Independiente y Republicano. La plaza como tal ha pasado de ser un jardín, a ser peatonal con vías para coches. Hoy en día es completamente peatonal.
Se la conoce como Plaza de la Constitución a partir del siglo XIX cuando se promulgó la Constitución de Cádiz, en honor a la constitución que dio paso a la independencia de las colonias españolas en América.
La Plaza de la Constitución no ha sido modificada desde 1958. Fue en 1987 cuando se la consideró patrimonio cultural de la humanidad.
Es el corazón de nuestro país y debería ser siempre un lugar sagrado.
3. Museo Nacional de Antropología
Es uno de los museos más completos del mundo, tanto por su contenido como por su continente; es decir el espacio en términos arquitectónicos. El museo es una visita completa. Está ubicado en medio de un bosque -el de Chapultepec- (el bosque del Cerro del Chapulín) que cuenta con una gran cantidad de árboles; ya que desde tiempos prehispánicos los señores Mexicas convirtieron esa zona en un jardín botánico con plantas de diferentes zonas del imperio Mexica. El museo tiene áreas exteriores maravillosas, fuentes y hasta la magnífica figura de un Tláloc que nos invita a entrar y recorrerlo.
El Museo Nacional de Antropología cuenta con dos secciones por dividirlo a grandes rasgos. La sección inferior está concentrada en la arqueología de las diferentes regiones de México, desde los pueblos que habitan al norte, hasta los más al sur. La sección superior, se concentra en el estudio de la etnografía de los pueblos indígenas de México, sus vestidos, sus costumbres y su modo de vida. Las diferentes salas están dispuestas alrededor de un patio central y cada elemento en su arquitectura tiene un significado especial.
Para la construcción del museo no se escatimó en nada. Solo el mármol blanco de la entrada fue traído desde el Monte Pentélico, en Grecia. Además de la colección arqueológica, única en todo el mundo, el museo posee también una colección de pintura del siglo XX y de algunas esculturas, que por sí misma, constituye un Museo de Pintura Mexicana Contemporánea.
El arquitecto encargado del proyecto y de toda la planeación de las instalaciones del museo fue don Pedro Ramírez Vázquez. La extensión del museo es de ocho hectáreas y está capacitado para recibir a personas con capacidades diferentes.
Es una visita obligada para conocer el pasado y el presente de México.
4. Ciudad Universitaria
Al sur de la Ciudad de México, ocupando un área de 733 hectáreas, se encuentra el bello campus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Esta universidad es importantísima, no sólo por la calidad y cantidad de los maestros e investigadores que forman su claustro, sino también, por la cantidad y calidad de alumnos -mexicanos y extranjeros- que en ella se forman. Algunos de ellos, incluso, han sido premiados con becas para lograr su mejor desempeño.
Anteriormente la Universidad Nacional había estado siempre en el Centro Histórico de la ciudad, pero con el crecimiento de la población del país, y al haber un ecosistema único al sur -derivado de la erupción de uno de los ocho volcanes que surgieron en el valle de México- (el Xitle) que cubrió con lava el suelo de la zona; se ideó en los años cincuenta hacer un campus que le permitiera un sinfín de posibilidades a la formación universitaria.
De entre los muchos edificios que conforman sus aulas, sus bibliotecas, sus facultades, laboratorios y auditorios, hay dos que sobresalen: La Torre de la Biblioteca Central, diseñada por el arquitecto Juan O´Gorman (1905-1982) y el Estadio Universitario.
El campus universitario incluye también una amplia colección de murales de diversos e importantes artistas de mediados del siglo XX.
La Torre Central está tapizada con cuatro murales, cada uno representando una etapa de la historia de México en relación con la universidad. Tiene unas dimensiones de 4 mil metros cuadrados.
Para su acabado, O ́ Gorman decidió recubrirla de mosaicos de diferentes colores, procedentes de diversos lugares de la República Mexicana. Tan solo sustituyó un tono de azul por vidrio; ya que no encontró un azul que alcanzara su ideal en cuanto a tonalidad.
La torre de la Biblioteca Central ha aparecido en múltiples revistas a nivel mundial y es considerada una obra maestra de la arquitectura del siglo XX.
El Estadio Universitario está también tapizado con murales de Diego Rivera. El mural en alto relieve, La Universidad, la Familia y el Deporte en México, es el segundo más grande de México y fue considerado por el arquitecto Frank Lloyd Wright (1867-1959) como el edificio más importante de la América moderna. Es el único estadio del mundo que forma parte de un sitio considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Esto ocurrió en 2007.
5. Restaurante antiguo San Ángel Inn
El restaurante San Ángel Inn es el perfecto ejemplo de cómo un monumento arquitectónico diseñado para un determinado fin, puede cumplir su ciclo para ese fin y servir maravillosamente -para otro fin- en
otro momento histórico. Está ubicado en el casco de una antigua hacienda pulquera de las estribaciones del Valle de México, en una zona de ligeras colinas conocida como Altavista. De sus tierras de labor nació la colonia San Angel Inn, que es famosa en México por sus casas de estilo colonial mexicano.
Entrando ya en el tema culinario, el San Angel Inn ha sabido conservar el estilo desde el año de su inauguración, en 1963. A grandes rasgos, la carta o menú, sigue siendo igual o muy similar; la vajilla en azul y blanco, de la compañía mexicana de cerámica, El Ánfora, los manteles y servilletas de algodón blanco, impecablemente planchados, los vasos de vidrio mexicano tallado en pepita y los capitanes y meseros, engalanados en trajes mexicanos de charro, con corbatas de moño, que nos transportan a otra época de la historia.
Es famoso sobre todo por sus crepas de huitlacoche, un hongo que crece en las pencas del maíz. Son únicos sus taquitos de rib eye, su sopa de alcachofa y sus islas flotantes de postre.
Muchas bodas y celebraciones de toda índole ocurren en el San Angel Inn, bien sea dentro o fuera de sus paredes, en unos maravillosamente bien conservados jardines o en su patio central.
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