El perdón… motor para seguir avanzando
Texto e ilustraciones: Rodrigo Vázquez Gutiérrez
“El perdón es una elección que conduce a la libertad y a la reconciliación”
Leí esta frase hace poco y me hizo todo el sentido del mundo. A ti, ¿cuántas veces te han lastimado? ¿Cuántas has perdonado? ¿Cuántas veces has sido tú quien ha lastimado a alguien? Ya sea con o sin intención. Muy a nuestro pesar, el lastimarnos unos a otros es algo que hacemos con más frecuencia de la que nos gustaría. Decimos cosas sin pensar, hacemos cosas sin reflexionar sobre las consecuencias que tendrían sobre los demás, o peor aún, nos lastimamos a nosotros mismos. Lastimamos a nuestro cuerpo con comida, bebida o sustancias que nos perjudican, con la falta de ejercicio o no llevando una vida sana. O aún peor, nos lastimamos teniendo pensamientos o un diálogo interno negativo.
Y más allá de lastimar o sentirnos lastimados, el gran aprendizaje que tenemos por delante es el de saber perdonar, a otros o a nosotros mismos. Hay heridas que pueden dejar sentimientos duraderos de resentimiento, amargura o a veces incluso odio y, como te podrás imaginar, esto no genera ningún beneficio sino todo lo contrario.
Aunque el perdón puede significar cosas diferentes para cada uno, en términos generales se refiere al hecho de decidir de manera intencional el dejar de lado el resentimiento y la ira. Y es que cuando alguien te lastima, máxime si es alguien importante en tu vida o alguien a quien amas, este hecho causa tristeza o enojo. Y si esto ocurre frecuentemente, puede provocar incluso sentimientos de rencor generando que estos desplacen a los sentimientos como el amor, cariño o aprecio.
Reflexionemos un poco acerca algunas de las consecuencias que puede generar el hecho de guardar rencor:
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Y, por el contrario, perdonar tiene muchos beneficios los cuales se reflejan principalmente en uno mismo. En principio, incrementa notablemente la autoestima. Nos permite estar más tranquilos disminuyendo el nivel de ansiedad o estrés. Nos ayuda a vivir más ligeros y felices. Permite tener relaciones más sanas, enfocadas en lo positivo sacando lo mejor de ambas partes. Ayuda a mejorar el estado de ánimo fomentando el que estemos más contentos y relajados. Incluso hay estudios que demuestran que mejora la salud mental y física, fortaleciendo el sistema inmune y el bienestar general.
Y ya que vimos que tiene enormes beneficios tanto a nivel físico como emocional, ¿cómo podemos hacer de “el perdón” un motor que nos impulse para seguir avanzando, permitiendo que forme parte de nuestra vida cotidiana? He aquí siete pasos que nos pueden ayudar a lograrlo:
1.- Como lo vimos en un principio, el primero consiste en entender que el perdón es una elección y que depende 100% de ti y de tu disposición para dejar atrás lo sucedido. Y no se trata de “olvidar”, sino de tomar la decisión consciente de dejar de lado los sentimientos negativos independientemente de que la otra persona lo merezca o no. |
2.- Reflexionar sobre lo sucedido. Recordar lo que ocurrió enfocándote en tus emociones y sentimientos y cómo te han afectado a partir del suceso, te ayudará a entender mejor la situación y tener una perspectiva más amplia. |
3.- Empatizar con la otra persona. Ponerte en los zapatos de los demás ayuda a ver las cosas desde una perspectiva diferente. Por ejemplo, si sabes que alguien creció en un ambiente familiar de abusos y agresión, te será más fácil comprender por qué esa persona se puede comportar de manera similar. |
4.- Tomarte el tiempo para procesar tu dolor. En ocasiones, perdonar puede resultar difícil y llevar cierto tiempo. No es que mágicamente digas “ok, la perdono” y ya está. En ocasiones es necesario desahogarse, llorar o quizá hasta golpear almohadas, hacer ejercicio o hablar con alguien de confianza que te escuche. Lo que sea necesario para lidiar con tus sentimientos. Sin embargo, debes tener cuidado de no aferrarte a esos sentimientos ya que el hacerlo te mantendría en un lugar doloroso por más tiempo del que sea necesario. |
5.- Perdonar de corazón. Hay que considerar que las personas somos imperfectas y que comentemos errores. Aún si la otra persona nunca se llegara a disculpar, el hecho de entender esto podría incluso permitir que siguieras teniendo el mismo nivel de relación que tenías en un principio. Y claramente esto será mucho más sanador para ti de lo que te imaginas. |
6.- Dejar a un lado las expectativas. El esperar que la otra persona se disculpe o lo haga de la manera en que a ti te gustaría no es una buena estrategia para sanar. La realidad es que, si no tienes expectativas, no habrá forma de que te decepciones. |
7.- Perdonarte a ti mismo. El hecho de perdonar incluye el hacerlo contigo mismo. En ocasiones nos damos cuenta de que nosotros también tuvimos parte de “culpa” en la situación y esto nos hace sentir mal. Nos percatamos de que pudimos haber actuado de forma distinta o haber hecho las cosas de manera diferente. Y si bien es muy útil entenderlo, el enfoque debe estar centrado en perdonar, tanto a la persona que nos hizo daño como a nosotros mismos ya que al hacerlo, la carga se hace más ligera. |
El perdón es una herramienta poderosa que nos ayuda a sanar y crecer como seres humanos. Sin duda la vida puede llegar a ser complicada. Sin embargo, es importante tener presente el hecho de que los seres humanos somos imperfectos, cometemos errores y en muchas ocasiones lastimamos incluso, o principalmente, a los que más queremos. El considerar esto nos ayudará a ser más empáticos recordándonos que podemos perdonar y ser perdonados. Esforcémonos por ser más compasivos hacia los otros al tiempo que crecemos en espiritualidad, aceptación y amor. El perdón es un regalo que merecemos y un motor que nos permitirá seguir avanzando…
"El perdón no es un acto ocasional; es una actitud constante." - Martin Luther King Jr.
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