El poder de estar presente:
3 ejercicios sencillos para lograrlo
Texto e ilustraciones: Rodrigo Vázquez Gutiérrez
¿Cuándo fue la última vez que te sentaste sólo a “estar”? ¿Cuándo fue la última vez que disfrutaste al sentir los rayos del sol en la cara y el viento en tu cuerpo? ¿Recuerdas la última vez que, al estar manejando, simplemente “esperaste” pacientemente a que el semáforo se pusiera en verde? ¿Y cuándo fue la última vez que estuviste realmente presente, en cuerpo y alma, contigo mismo?
El mundo de hoy nos ofrece un sinfín de opciones, las cuales, si no nos damos cuenta, se convierten en grandes distractores. Aún recuerdo cuando era más joven que el plan de fin de semana se centraba en hacer algo fuera de casa. Recorrer la colonia en bicicleta, salir a comer a algún restaurante o ir por donas para toda la familia un sábado en la noche. Ahora existen tantas opciones de entretenimiento sin salir de casa, que se vuelve complicado no sucumbir ante ellas y más si tuviste una semana complicada. Literalmente echarte en el sofá con una bolsa de palomitas a ver un maratón de tu serie favorita resulta bastante tentador. O un buen fin de semana lleno de eventos deportivos en TV; empiezas por el futbol el viernes por la noche, box es sábado, la F1 el domingo temprano, los partidos de las ligas europeas y nacionales durante el día y cierras viendo “el clásico” el domingo en la tarde. Y eso sin considerar si la temporada de la NFL está en curso. Fin de semana “redondo”, ¿no?
Ahora, si a estas opciones le agregamos los “benditos” teléfonos celulares y las muchísimas opciones de “entretenimiento” que ofrecen, pues aún peor. Teniendo la opción de usar las redes sociales, el chat, mail, los juegos, las plataformas de streaming, las apps deportivas y cualquier otra que hayamos descargado, cualquier momento se convierte en una buena oportunidad para “darle vuelo a la hilacha” y sumergirnos en ese “fascinante” mundo de la tecnología sin darnos cuenta de que, una vez más, estamos dejando de estar presentes… Los teléfonos celulares son aparatos tecnológicos increíbles que nos permiten hacer muchísimas cosas de manera muy eficiente, sin embargo, es imperativo dejarlos a un lado de vez en cuando. Por ejemplo, en algunas casas se tiene la regla de dejar los teléfonos celulares en una “canastita” a la hora de la comida. Más de un adolescente se ha quejado amargamente de que, por ejemplo, “en casa de los abuelos” les “proponen” dejar a un lado el celular desde que entran. “¡Y sólo porque ellos quieren convivir!”. ¡Imagínate eso! Terrible… ¿A quién se le ocurre recibir a los nietos y pretender simplemente pasar un rato agradable con ellos estando 100% presentes?
Seguramente has escuchado en varias ocasiones que es importante vivir en el presente. Frases como: “Vive aquí y ahora”, “no te enganches pensando en el pasado o el futuro”, “el presente es lo único que tenemos, no lo desperdicies”, “necesitas estar presente en tu propia vida”, pretenden dar el mismo mensaje. Y es que vivir en el presente no es sólo una frase “de moda”, es un estilo de vida respaldado por evidencia especialmente recomendado para aquellos quienes luchan contra la ansiedad y el estrés en su vida diaria.
Estar en el momento presente, aquí y ahora, significa ser conscientes de lo que está sucediendo en este mismo momento sin cavilar sobre el pasado o preocuparse por lo que sucederá en el futuro. De esta manera toda la atención está centrada en el momento presente.
Estudios comprueban que estar en el momento presente es clave para mantenerse feliz y saludable ya que permite combatir la ansiedad y reducir las preocupaciones al mantenernos conectados con nosotros mismos y con lo que nos rodea. También ayuda a afrontar emociones negativas como la ira o el miedo, a confrontar el dolor de una manera más eficaz y favorece la reducción del estrés al disminuir su impacto en la salud.
Para estar presente y vivir en el momento, puedes hacer lo siguiente: |
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Ahora, con el fin de que puedas fortalecer la conciencia del momento presente, te propongo 3 ejercicios que te serán de gran ayuda:
Escaneo corporal consciente. Sentado en la cama, respira profunda y conscientemente 5 veces. Enfócate en cómo el aire entra y sale de tus pulmones centrando tu atención en una parte del cuerpo a la vez (puedes empezar por los pies e ir subiendo hasta la cabeza). Presta atención a cómo se siente esa área y a las sensaciones que experimentas. Después de unos momentos, avanza a la siguiente parte del cuerpo.
Escribe en un diario. Lo ideal es hacerlo temprano en la mañana antes de empezar tu día. No tienes que escribir nada en específico sino sobre cualquier cosa que tengas en la mente. Tomarte unos minutos para escribir cualquier pensamiento “sin sentido” o tal vez lo que soñaste mientras dormías, puede ayudarte a aclarar la mente y establecer el tono para lo tengas por delante.
Lleva a cabo una revisión consciente de tu día. Después de terminar con tus actividades diarias o antes de irte a descansar, tómate unos minutos para hacer una revisión consciente de tu día. Piensa en cómo te fuiste sintiendo a medida que pasaban las horas mientras llevabas a cabo todas tus actividades. Haz un balance de tu estado de ánimo conforme fue avanzando tu rutina diaria. El objetivo es darte otra oportunidad de estar presente de manera consciente y terminar el día de una forma adecuada.
Y, si lo analizas, ¡estar presente es muy fácil! Claro, se necesita trabajo y esfuerzo para ir avanzando, sin embargo, si realmente lo quieres, te darás cuenta de que siempre hay oportunidad para hacer una pausa y estar presente en cualquier momento. Puedes empezar dándote la oportunidad de detenerte un par de veces al día. Cuanto más lo hagas, mayor será tu capacidad para estar presente y disfrutar de muchos instantes a lo largo del día…
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