Elisa Carrillo en su mejor momento
Por Liliana MM
Fotos Ibérica Contemporánea, Fundación Elisa Carrillo y Oleg Zotov
Elisa Carrillo es la bailarina mexicana de ballet clásico más importante y reconocida de todos los tiempos. Ella ha logrado posicionarse en Europa como una de las mejores y tuvimos la oportunidad de platicar con ella en exclusiva para BeU Magazine.
2012: Tuve la oportunidad de entrevistar a Elisa Carrillo cuando en México empezaba a ser reconocida por su éxito en el extranjero, tenía 31 años y llevaba 15 años trabajando muy duro en Europa hasta que logró ser primera bailarina del Ballet Estatal de Berlín (en donde ella reside actualmente) y comenzaba su Fundación en México.
2023: Ha pasado una década en que se presentó por primera vez en Bellas Artes con Elisa y sus Amigos, se convirtió en mamá y ganó los tres premios más importantes de la danza a nivel internacional: el Benois de la Danza (2019), el Alma de la Danza de Rusia (2019, pocas veces concedido a bailarines no rusos) y el del Festival Dance Open de San Petersburgo (2013). Se volvió tradición que cada año hiciera una gira en México y así surge su espectáculo Danzatlán; este año, en su paso por Querétaro para presentarse en Ibérica Contemporánea. Ahí platicamos de nuevo, de todo lo que ha logrado gracias a su voluntad, disciplina, perseverancia y, principalmente, su humildad y amor a su país.
“Han pasado miles de cosas que jamás me pude imaginar desde aquella ocasión que por primera vez me presenté en Bellas Artes, y se ha vuelto una tradición venir cada año a México; cada ocasión tenemos nuevo público que nos acompaña y el interés por la danza ha crecido”, comenta Elisa que luce feliz de estar en México.
“He vivido cosas que jamás me imaginé y mi sueño se volvió aún más grande”
Ser mamá la hizo más fuerte. “Era algo que deseaba y ha sido maravilloso, es lo mejor que me ha pasado en la vida, ves la vida de otra manera. Ha cambiado mi forma de ser, mi forma de sentir, para mí ha sido positivo y le doy más valor a los momentos en los que estoy en el escenario porque tengo otra motivación en mi vida, que es también hacerlo por ella, por mi hija”.
Otro de sus grandes amores es México, y aunque vive lejos, no es ajena a su país. “La violencia es algo súper preocupante y esto es algo que realmente me da muchísima tristeza. Es por eso que también creo que cada quien tiene que poner algo de su parte para tratar de cambiar la situación. Por otra parte, también veo todo lo bello que tenemos y que a veces cuando estás aquí no lo ves. Nuestra riqueza cultural la tengo siempre en la mente y en el corazón; es algo que a mí siempre me ayuda y disfruto mucho cuando estoy aquí”.
¿Qué significó para ti ganar el premio más importante de la danza: El Benois de la Danza?
“Fue muy emocionante y simplemente el estar nominada fue algo que nunca me imaginé; además ha sido una gran sorpresa y sobre todo por el hecho que fue de un ballet que me fascinó hacer; Romeo y Julieta de Nacho Duato. Y no fue un premio sólo para mí, sino para todos los que me han apoyado: mis padres, mi familia, mis amigos, y todas las personas que me han ayudado a llegar a donde estoy.
Elisa; ¿para lograr un buen nivel en la danza es necesario salir del país?
“Sí. Ahora que estoy trabajando con el departamento de cultura de mi país busco traer a otros coreógrafos con otras experiencias porque es la única manera en que uno puede crecer. Pero en otras partes del mundo las compañías tienen un repertorio muy variado y se tiene la oportunidad de trabajar con otros coreógrafos, creciendo cada vez más y teniendo la oportunidad de enriquecerte”.
Elisa lo ha vivido y reconoce que “en otros lugares tienes esta oportunidad de hacer más producciones, cosas nuevas y eso hace que tú tengas otra carrera, es una oportunidad de entrar a un mundo completamente diferente. Por eso quiero ser una conexión para que en México se pueda tener la oportunidad de trabajar con diferentes artistas y otros actores, mientras yo esté trabajando con la compañía voy a tratar de hacerlo”.
Foto Oleg Zotov
¿Cuáles son las nuevas metas en tu carrera?
“Antes que nada, disfrutar, seguir haciendo cosas con la Fundación y apoyar a nuevas generaciones. Quiero que Danzatlán crezca y que podamos llegar a más lugares de la República Mexicana. Asimismo hacer proyectos que se puedan llevar a cabo en diferentes partes del mundo; creo que esa es la parte más importante”.
¿Qué te motivó a venir a Ibérica Contemporánea?
“Yo siempre estoy abierta, me encanta formar parte de todos los eventos que se puedan y de poder conocer lo que está pasando en el país. Había escuchado de Ibérica y se dio la oportunidad de colaborar y tampoco me había presentado en Querétaro, por eso me causó mucha ilusión venir”.
¿Cuánto tiempo más te ves bailando?
“Digamos que un bailarín de ballet clásico en cierto momento tiene que terminar de bailar, pero ahora ayuda el tener la danza contemporánea en nuestro repertorio para prolongar la carrera de los bailarines. No sé, un par de años, vamos a ver, no puedo saber cuánto tiempo; será mientras esté activa y en forma. Además es muy importante saber qué tipo de repertorio haces. Hay piezas para ciertos momentos en tu carrera, roles que haces a los 20 años, y diferentes a los que aplicas cuando se tiene 30 años. La madurez que tienes te va llevando a hacer otro tipo de papeles”.
En 10 años vas a tener 51. ¿Cómo imaginas tu vida?
“Bueno, me imagino manteniéndome en forma, poder estar activa, haciendo producciones y tal vez si ya no estoy en el escenario, estar detrás de éste haciendo promoción a la danza; continuar con mi festival y todo el trabajo de la Fundación. Yo creo que es algo súper importante el aceptar que llegará el día en que ya no puedas estar parada en el escenario. También me veo dando clases, cursos y haciendo producciones para promover mi país”.
¿Te ves regresando a vivir a México?
“Por todos los planes que tengo es muy importante estar presente en mi país, y para poder seguir promocionando la danza; pero necesitamos saber qué es lo que está pasando en otras partes del mundo y necesito estar también con base en Europa. Me imagino que seguiré viajando mucho, con base allá y acá y en donde esté nuestra familia. Pero por ahora no”.
Y como dice Elisa: nunca se sabe qué puede pasar, pero sin duda su historia nos inspira a luchar por nuestros ideales, a disfrutar nuestro país y gozar más de la danza.
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