EN EL MUNDO FANTÁSTICO DE CLAUDIA RAMÍREZ LOMELÍ
Con La corte del eclipse, Claudia cierra su primera trilogía literaria. En esta entrevista nos cuenta cómo fue crear un mundo desde cero y cuáles son los retos a los que se enfrentó como escritora.
Por Alberto Rojas Eguiluz
Fotos: Rui Ortiz, Jesy Almaguer
Grupo Planeta
Cuando hablamos del género fantástico inmediatamente vienen a la cabeza nombres como los de J.R.R. Tolkien o J.K.Rowling, pero en México también tenemos autores capaces de crear mundos y personajes basados en la fantasía capaces de crear comunidades de lectores. Una de las escritoras más interesantes de este género es Claudia Ramírez Lomelí, quien con La Corte del Eclipse cierra la trilogía que comenzó con El Príncipe del Sol y que siguió con La Ladrona del Sol.
Claudia comenzó hablando de libros en su canal de YouTube @claudreadsbooks, el cual tiene más de 650 mil suscriptores, y de ahí saltó a escribir sus propias historias. Ella nos cuenta que de no haber empezado con su canal muy posiblemente hoy no existirían sus libros.
¿Qué es lo más complicado de crear un mundo de fantasía como el de esta trilogía?
La gente me dice que debe ser muy complicado inventar todo un mundo fantástico, pero para mí es al revés. Si me ponen a escribir una novela en el mundo real no sabría qué contar porque ahí tenemos nuestras reglas y limitaciones, y sabemos cómo deberían de ser las cosas. Para mí el reto sería escribir algo del mundo real; en cambio, en los mundos fantásticos no batallo.
¿A qué se debe eso?
Tal vez a que desde pequeña consumo fantasía, siempre ha sido mi refugio; eso me ha hecho sentir que pertenezco a un mundo fantástico y siempre he sentido que la fantasía me ha acompañado. No me cuesta crear estos mundos porque ya están en mi cabeza. Siento que ya soy parte de ellos y por eso me gusta navegarlos, pero aunque están en mí hay mucho que explorar todavía. Fenrai, que es el mundo de estos libros, ya lo tenía en mi cabeza desde 2013.
Por fin cierras la trilogía, ¿cuál fue el reto de escribir La Corte del Eclipse?
Ha sido el reto de escritura más grande al que me he enfrentado porque esta saga ha formado una comunidad muy bonita de lectores que hace teorías y quieren tanto a los libros y a los personajes que sentí el peso de las expectativas. Este libro es el final y tenía que ser satisfactorio, que al leerlo sintieran que este viaje valió la pena. Fue un reto grandísimo en el que entendí que no le puedo dar gusto a todos. Esas expectativas hicieron que le tuviera miedo al libro, era un monstruo al que no me quería enfrentar, sentía que no estaba preparada. Fue un libro muy difícil de escribir por eso y porque los personajes ya están atravesando por cosas muy difíciles.
¿Cómo superaste esa parte del miedo?
Para escribirlo tenía que meterme en la cabeza de sus personajes, en su corazón, en su piel; así que sentía lo que ellos sentían y terminaba exhausta. Nunca me había tocado escribir un libro así porque era el final de una trilogía, tienes que atar todos los cabos, darle resolución a todos los personajes, todo lo que empecé en los otros libros tenía que cerrarlo y cerrarlo bien. Solo tuve que concentrarme en eso.
¿Concebiste desde el principio tu obra como una trilogía?
Concebí el primer libro en 2013 pero empecé a escribirlo en 2016 y había una cosa muy clara: tenía que haber un libro de sol y otro de luna -por eso El Príncipe del Sol y La Ladrona de la Luna-, dependiendo a dónde me llevaron esos libros sabría se necesitaría un tercero. En un punto los personajes tomaron vida propia, te hablo de personajes que no iban a ser protagonistas y que de repente lo hicieron y empezaron a pedirme que contara su historia, así que la trama se fue haciendo más complicada. Para cuando escribí La ladrona de la luna me di cuenta que no iba a acabar la historia en ese libro, ahí fue cuando dije que iban a ser tres.
En cine se dice que segundas partes nunca fueron buenas, pero en la literatura no aplica, ¿por qué crees que sea eso?
No soy la misma persona que cuando escribí el primer libro o acabé el segundo, hubo crecimiento pero sobre todo aprendizaje en la misma escritura. Siento que mi escritura en el segundo libro es mejor que en el primero y en el tercero mejora más. Hay una cosa con la escritura y es que el aprendizaje nunca termina, siento que todavía me faltan muchísimas cosas que descubrir y habilidades que pulir; pero en esta trilogía pude apreciar una mejora en cada libro, si tú prácticas vas mejorando. En la literatura pasa que cuando son sagas cada libro es mejor porque a veces el primero es introductorio y en el cine muchas veces se necesitaba una sola película para contar todo.
¿Cómo sentiste que cambiaron los libros conforme fuiste avanzando?
En el caso de El Príncipe del Sol siento que es un libro más inocente, los personajes todavía estaban en su burbuja y apenas iban a salir a la aventura; el segundo libro se torna mucho más oscuro y el tercero es todavía más serio, los personajes crecieron, la trama se complicó y se toparon con más dificultades.
¿Conociste algo de ti que no conocías como escritora en La Corte del Eclipse?
Cuando mis papás leyeron el libro me dijeron que había cosas mías en los personajes y me di cuenta que involuntariamente me fui metiendo en ellos, ningún personaje es yo, pero hay pedacitos de mí. Emil, el protagonista, tiene miedo a no cumplir las expectativas, esos son mis miedos. Elion es muy aventada, siempre va por lo que quiere, ella representa lo que yo quería cuando era chiquita, mis aspiraciones. En el tercer libro descubrí algo con un personaje llamado Bastian, él es el menos parecido a mí y por eso me gustaba escribirlo; pero vi que somos muy parecidos en muchas cosas. Fui a terapia y ahí me di cuenta que era muy mío porque, como lo hirieron mucho de chiquito, no se quita la armadura que se puso.
Commentaires