EN LA PIEL DE LA VÍCTIMA
En la película Un actor malo, Fiona Palomo, la hija del fallecido actor Eduardo Palomo y de la actriz y cantante Carina Ricco, da una de las mejores y más exigentes actuaciones de su carrera. Aquí nos cuenta cómo lo logró.
Por Alberto Rojas Eguiluz
Cuando estalló el movimiento #MeToo, se supo de muchos casos en Hollywood en los
que actrices habían sido violentadas en escenas de sexo, un tema que provocó
grandes cambios en los sets de filmación, como que ahora en los sets hay un
coordinador de intimidad, algo que también se adoptó ya en México recientemente.
Justo de esto trata Un actor malo, la nueva película de Fiona Palomo y Alfonso Dosal,
que promete generar una gran discusión acerca del tema.
Fiona nos platicó de cómo fue meterse en las entrañas de una actriz que sufre de un
abuso en un set de grabación, uno de los retos más grandes que ha tenido en su
carrera.
¿Cómo te preparaste para un papel tan intenso?
Repasé el guión varias veces, eso lo hago para cada proyecto, me dedico a la tarea de
saber qué queremos contar con todo el proyecto y luego hago el trabajo de detective,
de ver qué hay detrás de sus diálogos. Hubo muchos ensayos con nuestro director, con
Alfonso Dosal, y me senté a ver muchas entrevistas, a leer sobre mujeres que han
vivido situaciones como esta para asomarme a este dolor.
¿Qué fue lo más exigente de este papel?
Mantener ese dolor separado de mi persona, era muy interesante porque es un
pequeño espacio donde debes tenerlo a flor de piel, pero no quieres que te acompañe
todo el tiempo porque es dolorosísimo pensar y experimentar eso. Mantener ese
equilibrio todos las días fue un reto muy grande porque me permitía estar con una
energía muy dolorosa para contar esa historia y pierdes la concentración de que estás
haciendo una película muy fuerte, porque no estás en un lugar en el que no solo
tienes conciencia de, sino sintiendo esa experiencia.
¿Cómo trabajaste la química con Alfonso Dosal?
Con muchos ensayos, por alguna razón tengo la sensación de que conocerlo desde
chica, pero ya vimos que no es así, aún así es como familia para mí, nos queremos
mucho y fuimos muy respetuosos el uno con el otro, así que fue muy fácil coordinar
mecánicamente todo. Teníamos tanta hambre de contar la historia que nadie prestaba
atención a si alguien estaba incómodo porque no sucedió nada. Es muy bonito cuando
no pasa y cuando esto se hace un ambiente cómodo, profesional que te alegra estar
ahí; uno lo agradece más cuando hace una historia como esta.
¿Cuál fue tu primera reacción cuando leíste el guión?
Recuerdo que estaba en la cocina de mi casa, el diálogo es muy orgánico. Es como las
conversaciones que escuchamos realmente, no se siente como una caricatura, que
sería peligrosísimo cuando estás mostrando algo como esto. Lo pude digerir fácilmente,
no podía parar de leer, cuando terminé estaba llorando por lo fuerte que estaba, además ya me habían ofrecido directamente el personaje, no era leerlo para hacer un
casting, sino contemplar si quería hacerlo, quería, pero me aterraba pensar si podía
llegar hasta el lugar que se requería. Era un reto muy grande como actriz, pero me
encantan los retos y quería contar esa historia; así que me subí al barco con todos
estos locos que quiero tanto, pero fue fortísimo leerlo.
¿Crees que esta película pueda marcar un antes y un después en tu carrera?
Me encantaría, sería maravilloso que sucediera con una historia como esta, dándole luz
con este tema; eso sería bellísimo. Para mí es un honor haber podido contar esa
historia y ojalá le llegue a mucha gente para que podamos crear más conciencia del
tema, eso es lo que me gusta como actriz, llegar a ese tono y a ese toque humano,
espero que la gente lo disfrute de la misma manera.
¿Crees que el cine tiene el potencial de hacer un cambio importante en la
sociedad?
Creo que sí, a lo mejor no lo vemos todo el día porque hay una industria que lo mueve,
pero creo que es algo que puede formar generaciones futuras. Igual, si yo hiciera una
película donde mandara el mensaje de que un tema como este da igual, se genera esa
forma de pensar, es una gran responsabilidad que siento con cualquier proyecto que
hago, algo tiene que tocar y mover: porque tiene muchas fibras. Es una historia muy
humana y ves el punto de vista de cada personaje. Eso es hermoso porque te abre una
ventana para que lo veas desde diferentes ángulos, así que no te dice “este es el
mensaje, tómalo " ya estamos en un momento en que no queremos escuchar eso
porque estamos conectados a la redes, nos hace ya no sentir nada cuando vemos algo
tan fuerte, o es tan duro que sentimos que no podemos hacer nada y decimos que no
es nuestro problema, entonces, verlo desde tantos ángulos para que tú decidas, es
algo que tiene que marcar y crear algún tipo de empatía, sería muy extraño que no
sucediera eso.
¿Qué sigue después de Un actor malo?
Vienen muchos proyectos de cine, algunos aquí, otros en Estados Unidos y uno más
en España, estoy muy emocionada, ojalá pueda contar muchas historias este año.
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