LA BELLEZA ESTÁ EN EL OJO
Paul Camhi nos cuenta acerca de su filosofía detrás de la cámara.
Por Alberto Rojas Eguiluz
@albertodre
En el océano hay un par de kayaks. Habrá quienes no le prestan atención al detalle; también quienes se pregunten cómo llegaron hasta ahí; quien ve la cosa distinta es el fotógrafo Paul Camhi, quien aprovecha la oportunidad para contar una historia con su cámara.
“Salgo a buscar un amanecer o un atardecer y dejo que la imagen se arme en el momento, a veces no sé con qué me voy a encontrar, pero trato de contar una historia cuando veo mi imagen”, explica Paul.
Traigo una idea que quiero contar, pero el espectador se mete a la foto y se vuelve parte de ella. Eso es lo que hace inmortal a una fotografía.
Camhi recuerda la fotografía que tomó de los kayaks amarillos, que contrastaban con el azul del mar, cuando venía en un helicóptero después de tomar unas fotos en la Riviera Maya. Ha expuesto varias veces esa fotografía, a la que bautizó como Inmensidad, y ha notado que la gente se queda pensativa ante la imagen, fabricando su propia versión de lo que sucede, “eso me da mucha satisfacción”, dice el fotógrafo con una sonrisa que no puede ocultar.
El que Paul Camhi pueda contar historias por medio de fotografías con un nivel artístico no es obra de la casualidad. Paul ha educado su ojo desde que iba en la secundaria, cuando comenzó a darse cuenta de lo que significaba lo que era capturar un momento.
“Comenzaba a ver fotos en blanco y negro, o fotos con grano reventado y me parecía muy interesante todas las escenas que había dentro de una foto porque veía que no solo capturabas una imagen, sino todo un sentimiento, una escena, una época”, recuerda. “Incluso te llevaba a recordar olores, me parecía mágico tener ese poder de capturar y contar una historia a través de una imagen”.
Paul tenía 13 ó 14 años cuando le regalaron su primera cámara. Ahí comenzó una carrera que se ha traducido hasta el momento en más de 10,000 fotografías en alta resolución. Años más tarde, amigos suyos que empezaron a poner negocios le pedían imágenes para decorar sus lugares, así fue como se fue alejando de la fotografía como hobby para convertirla en profesión, pero hubo algo que le ayudó a redondear el concepto que hoy explota.
“Estudié la Licenciatura de Administración de Empresas y en las clases de marketing aprendí que todo tiene que ver con contar historias y vender”, explica Paul. “Empecé a relacionar la fotografía con temas de negocios y mercadotecnia, y después comenzó el tema de la foto artística, pero eso ya era parte de mí, a todo lo que hacía le veía la forma de ponerlo en imagen”.
El fotógrafo de hoy
En pleno siglo XXI, todos tenemos una cámara a la mano. Es raro quien no tenga un teléfono inteligente, y más extraño aún quien no le saque provecho tomando fotos de todo lo que le rodea. Suena increíble, pero ¿es algo bueno para la fotografía?
“Lo veo bien en cuanto a que es un medio de expresión, puedes trabajar con tu encuadre y capturar un momento con el celular, tienes gran parte de lo que es la fotografía, aunque sea automatizado, hay momentos que sí los puedes capturar con un celular y qué bueno, porque eso genera más comunicación entre nosotros”, dice Paul. “En donde nosotros tenemos ventaja es cuando conviertes una imagen no en lo que es, sino en cómo la ves. Con una cámara puedes usar una exposición larga y hacer un paneo para que lo de atrás salga movido, eso aún no lo pueden hacer los celulares”.
Paul pone el ejemplo de una foto suya llamada Meditación, donde el oleaje del mar pega en un risco, ahí se puede apreciar el movimiento de las olas mientras la roca está estática, ese contraste lo logró con una exposición larga para que las olas se vieran como una pincelada.
“Nuestra ventaja será la creatividad, que estará en tu ojo y en tu corazón expresando lo que tú quieras”, comenta.
El ojo de Paul se ha educado por cerca de 40 años para contar historias. Por eso no suena descabellado que considera la creatividad un músculo que ha ejercitado casi toda su vida. Ese ojo, además de ejercitarse, ha ido cambiando con los años, y con eso, lo que quiere contar con su trabajo.
“Conforme vas madurando vas viendo las cosas diferente y lo que expresas también va cambiando, no es lo mismo lo que yo expresaba a los 18 años que lo expreso ahora, desde lo que significa hasta la técnica y el proceso fotográfico, que ha cambiado mucho”, dice Paul, a quien le tocó el cambio de la fotografía análoga a la digital.
Camhi recuerda que empezó a usar Photoshop en 1992, cuando había esa disyuntiva de si era o no parte de la fotografía, pero para Paul es válido meterle ciertos ajustes al proceso para llegar a la imagen final.
“Lo mismo hacían los laboratoristas que revelaban las fotos en la era análoga”, recuerda. “Hoy en día tú eres el laboratorista pero por medio de Photoshop o Lightroom, para mí la idea es que la manipulación de la imagen sea sutil y que sea una buena foto, porque si tomas una mala foto con Photoshop acabará siendo una mala foto con Photoshop”.
El que Paul logre muchas de sus mejores fotos a color no quiere decir que esté casado con ese tipo de fotografía. De hecho, para él las imágenes en blanco y negro tienen mucho más mérito que la foto a color, pues para él, el color es un maquillaje que ayuda a jalar la vista del espectador.
“Es una forma de manipular la vista del espectador hacia donde tú quieres, pero si le quitas el color a la foto, ¿qué te queda? Te quedan texturas, formas, diferentes elementos, ahí es donde te pones a prueba”, explica Paul. “Ya no tienes el maquillaje del color así que vamos a ver si ese atardecer se ve tan bueno como creías”.
Consejo del maestro
Durante este encierro muchas cosas han cambiado. Una de ellas es que muchos le hemos dedicado más tiempo a buscar nuestra vocación, y quienes han encontrado en ella la fotografía pueden aprender de Paul.
“Mi consejo es que agarres tu celular o lo que tengas a la mano, que te enamores de la cámara que tengas sin importar que sea vieja y salgas a tomar fotos, a lo mejor en tu jardín o un frutero es suficiente”, aconseja. “La teoría es una cosa pero la práctica es lo que te va a hacer mejorar, toma fotos y poco a poco verás mejoras”.
Precisamente la pandemia hizo que muchos artistas llevarán sus obras de distintas formas a los ojos de su público. Paul lo hizo por medio de una exposición virtual que se encuentra en www.paulcamhi.com, en la que es como ir caminando por los pasillos de una galería, pues te puedes acercar o alejar de los cuadros, tal cual como si estuvieras ahí. En esta galería puedes ver el tamaño, los acabados y el precio de las obras y hacer tu pedido.
Las exposiciones físicas seguramente regresarán, pero aún no son su momento. Cuando lo sea, Paul regresará a las galerías a exhibir su impresionante trabajo.
Sigue a Paul Camhi en Facebook: facebook.com/paulcamhiphotography
Y en Instagram: @paulcamhi
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