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Todos los Días Son Como Año Nuevo

Entrevista al Coach Rodrigo Vázquez

Por Lucy Novaro




Ya empezamos el año tratando de cumplir todos nuestros objetivos, pero ya estamos casi en Febrero y es típico que para estas fechas muchos ya estemos tirando la toalla; por ejemplo: ya rompimos la dieta o ya nos chocó ir al gimnasio. ¿Qué tan difícil puede ser mantener mis propósitos? Pero no se preocupen, en esta ocasión entrevistamos al Life Coach Rodrigo Vázquez Gutiérrez, a quien le hicimos algunas preguntas y él nos dio sus interesantes respuestas. Sigue leyendo.


Be U: Parece que ya estamos fallando en nuestras buenas intenciones. ¿Qué consejos nos das para no desfallecer?


RV: Es muy común que esto suceda. Muchas estadísticas dicen que para la segunda semana de enero, incluso el 92 % de las personas, no cumplió en alguno de sus propósitos o incluso tiró la toalla. Esto es muy común que pase; sin embargo, el hecho que sea común no quiere decir que queramos que nos pase a nosotros. Entonces hay ciertas características y ciertas cosas que uno se tiene que fijar al principio para que esto no ocurra. Primero debemos empezar de lo básico que es tener bien claro cuales son los propósitos. Hay veces que tenemos objetivos que se van acumulando a lo largo de años (como por ejemplo el bajar de peso) La idea es entender por qué queremos eso y entender que este propósito sea de raíz y realmente algo que “nosotros” queremos y no que “alguien más” quiera para nosotros. Por ejemplo: ¿Quiero bajar de peso porque mi pareja quiere que baje, o porque yo soy el que lo quiere hacer? Debo entender, primero que nada, lo que es bueno para mí y no para darle gusto a los demás. Las personas que han tenido dificultades para hacerlo lo ven con un punto de vista más profundo: por ejemplo, bajar de peso es verlo desde una meta más profunda: “Quiero mejorar mi salud y esto implica hacer más ejercicio, comer mejor y mantener mis niveles de azúcar en medidas adecuadas, etc.


Tienes que establecer tus objetivos para ti y no para darle gusto a alguien más.

Be U: ¿Entonces quieres decir que si estamos primero bien nosotros estaremos bien con los demás?


RV: ¡Claro! Desde pequeños estamos acostumbrados a complacer a los demás. Primero a los papás ya sea para obtener lo que uno quiere o para que te compren lo que quieres; o para que te dejen ir a fiestas, etc.


Por ejemplo: ¿Cómo mantener contentos a mis papás para que yo tenga ciertos beneficios? En la escuela y en la universidad también sigue pasando esto. Muchas veces el sacar buenas calificaciones es para complacer a los maestros y a los padres; claro, además de que queramos aprender, también queremos complacer a los maestros.


Cuando empieza la vida de pareja también sigue ocurriendo esto. Al principio de una relación nos aceptamos unos a otros al 100%; pero conforme va pasando el tiempo, empiezas a querer cambiar un poco a tu pareja. Por ejemplo: “mi pareja podría tener unos kilitos menos, o podría beber menos o hacer más ejercicio; o podría leer más en lugar de estar viendo televisión”, y en el afán de darle gusto tratas de hacer estas cosas. Muchas de ellas son buenas y pueden ser fáciles de realizar y beneficiosas para uno. Es muy importante entender que esto no debe ser para darle gusto a alguien más; o vas a acabar desfalleciendo.


Be U:¿Entonces debemos aprender a conocernos mejor a nosotros mismos?


RV: Es importantísimo conocernos a nosotros mismos y muchas personas no estamos ni acostumbrados a hacer introspección ni nos han enseñado cómo hacerlo -ni nuestros padres ni en la escuela-. Si yo te pregunto: ¿tú te conoces? tú me puedes decir claro que sí; a mi me gusta a, b y c y me disgustan estas otras 3 ó 4 cosas; pero conocerse realmente es algo mucho más profundo; como preguntarse por qué hago lo que hago o ¿por qué no hago lo que no hago? ¿Por qué de repente me cuesta trabajo esto? Por ejemplo: ¿Por qué cuando alguien me habla golpeado entonces yo me altero. ¿Qué está pasando en mi interior? ¿Qué provoca esto que hace que yo pierda la compostura? A menos de que estés consciente y lo quieras hacer de una manera -reitero conscientemente-, es ahí dónde te das cuenta y te empiezas a conocer. Si no haces esto, pues irás como un velero en el mar (para donde te lleve el viento) que no es la idea. Ya que al no entender qué beneficios tengo al recibir retroalimentación y aplicarla, muchas veces lo vemos como una agresión.


Cuando empiezas a conocerte un poco más, puedes darte también la oportunidad de cambiar aquellas cosas que no te están gustando y que crees que puedes mejorar; y esto a fin de cuentas traerá mejores resultados. Es bueno empezar a preguntarse: bueno yo me enojo cuando me provocan, pero si no me alterara, ¿qué ocurriría? Esta honestidad conmigo mismo puede mejorar mis relaciones ya que me controlo más fácilmente. Es importante no tomar las cosas que nos dicen como una agresión.


Be U: ¿Crees que los padres fomentan hoy en día que sus hijos se conozcan a sí mismos?


RV: Creo que sí ha habido un avance importante en muchos frentes, es decir, hay mucha más literatura relacionada al tema como la de Daniel Goleman que podemos ver en su libro “ La Inteligencia Emocional”. Hay algunas escuelas que dan pasos hacia esa dirección como conocimientos en inteligencia emocional. Considero que hay más consciencia que hace 30 ó 40 años; sin embargo, creo que todavía hay un camino largo por recorrer; porque conocerse a sí mismo implica aceptar tanto sus aspectos buenos como también aceptar tus sombras, las cosas que no te gustan o que tú sabes que están mal y que no te hacen bien; eso cuesta mucho trabajo. Debemos entender los beneficios de recibir retroalimentación y aplicarla y no tomar esto a mal ni como una agresión. Si bien es cierto que ha habido un avance, todavía tenemos un camino qué recorrer -todos- de manera personal, y a nivel sociedad.


Be U: ¿Si pudiéramos aceptar nuestra parte negativa éste sería un mundo mejor?


RV: El problema es que a todos nos cuesta mucho esto, empezando por mí. Pero al dedicarme a mi trabajo he podido darme cuenta de cosas que no me gustan; aunque reitero, me cuesta trabajo también. Sin embargo, cuando me doy cuenta que cambiar algo que no me gusta, pero me está afectando; a la principal persona que va a beneficiar es a mí mismo. Esto me va a permitir ser una persona más amable, más tranquila, más paciente, y tener mejores relaciones familiares y de amistad.


Hace mucho leí un libro “ Una Queja es un Regalo” de Janelle Barlow y Claus Moller. Habla acerca de que una retroalimentación que te da alguien, independientemente de que te caiga bien o no, es un regalo. Menciona que lo la gente te puede comentar puede ayudar para que te des cuenta de algo o ya sabes, pero no has querido resolver o bien no te habías dado cuenta.


Aceptemos que cuando la retroalimentación te la da alguien que no te cae bien te cuesta más aceptarla, pero cuando solamente tomas el mensaje, de verdad cambia la perspectiva.

Be U:¿Todo está en cómo se dice el mensaje y quién te lo dice?


RV: Es importante si tomamos nada más el mensaje y no de la persona del que viene: Por ejemplo: si la persona que más te quiere te dice . “Si tuvieras unos kilitos menos te verías aún mejor “, lo vas a tomar de muy buena manera; ya que viene de alguien a quien quieres y te lo está diciendo en un tono amoroso. Por otro lado, si el mensaje viene de alguien que no te aprecia y te lo dice con palabras más duras, es más probable que no lo tomes de buena manera; aunque el concepto es el mismo: “tienes sobrepeso”. El chiste es que uno sea capaz de filtrar de quién viene el comentario pero no filtrar el mensaje. Cuando solamente tomamos en cuenta el mensaje entonces cambia la perspectiva. Estos son regalos que te hacen las personas y a quién van a beneficiar es a ti.


Debemos entender que no todas las personas tienen la sensibilidad de decir las cosas de una manera que te pueda ayudar.


La empatía es la clave

Be U: ¿Viste si las personas tienen objetivos más realistas en este comienzo de 2022?


RV: Hay un poco de todo. En la época de Navidad y Fin de Año nos entra un deseo de mejorar nuestras vidas. Nos invaden de publicidad por todos lados y esto genera que entremos en la dinámica de hacer propósitos, cambiar hábitos tal y como lo hacen los demás; porque estamos inmersos en eso. El problema, por así decirlo, es cuando regresas a tu realidad el 5 de enero cuando tienes muchas cuentas por pagar, tienes que responder cientos de emails, miles de pendientes; en ese momento es mucho más fácil tirar la toalla.


Be U: ¿Pero cómo hago para seguir empapado de las buenas intenciones que uno tiene?


RV: Hemos pasado dos años bastante complicados, pero creo que cada vez se ve más luz al final del camino. Pero más allá de esto, es más importante que tú quieras ver la luz al final del camino. Recordemos qué momentos tan duros vivimos al principio de la pandemia. Sin embargo yo pensaba que cada día que pasa estamos más maduros y más conscientes. Debemos tratar de ver el vaso un poco más lleno de lo que está a pesar de la situación; no es negar la situación, simplemente es querer ver la situación de modo distinto y creo que todos tenemos la responsabilidad de decir que las cosas pintan mejor.


Es normal o es común: Dos conceptos distintos

Be U: ¿Entonces es normal que en estos días hayamos tirado la toalla?


RV: Para empezar a responder puedo hablar de lo que es normal y lo que es común, que son palabras muy distintas; y es muy importante saber la diferencia entre estos dos términos.


Por ejemplo: Lo normal es que la gente coma. Por otro lado, lo común en muchas sociedades es que se engañe a la pareja, pero no es normal.

Volviendo al punto sí es muy común que la gente no esté cumpliendo sus propósitos o haya fallado en algo o haya fallado en algo.


Debemos tener muy claras las razones por las cuales escogiste tus propósitos

Primero que nada es muy importante si fue un propósito que tú querías o que alguien más quería para ti. Si es un propósito tuyo pues va a ser más fácil que lo mantengas a que si es un propósito de alguien más. Después debes convencerte de que realmente es posible lograrlo y ver, si alguien ya lo logró, tú puedes hacerlo. La cosa es convencerse que uno pueda lograr todo.


La paciencia y tenacidad ayudan

Por ejemplo: tengo 22 años y quiero ser el director de la empresa, pero debo tener en claro que no lo seré en cuestión de un año; pero eso no quiere decir que no pueda serlo en cierto tiempo con la capacitación adecuada, con los hábitos, con la entrega al trabajo etc. Pero de que es posible, es posible.


Vete premiando a lo largo del camino

Cuando hay metas a muy largo plazo, como por ejemplo alguien que estudia medicina y piensa: seré feliz y me premiaré cuando tenga mi título. No obstante sabemos que son muchos años de estudio y no puedes esperar hasta acabar la carrera para premiarte. Entonces vete dando premios por tus avances, poco a poco. Por ejemplo, ya pasé el primer examen, no me volé ninguna clase; y eso ya merece un premio (no comprarse un coche) pero sí me puedo dar el gusto de ver media hora de Netflix en la noche. Y así, continuar con pequeños premios a lo largo del camino. Esto genera confianza en las personas y da mucha esperanza y motivación.


Be U: ¿Cómo crees que pinta este año? ¿Se vislumbra un poco de luz al final del camino?


RV: No sé todavía qué pasará en cuestión de salud, pues no soy experto en ese tema. Lo que sí puedo decir es que el tener siempre una actitud positiva te ayudará a generar mucho más beneficios. Es bueno pensar: “ bueno, las cosas no están tan mal como hace un año o hace un año y medio . Todavía no sabemos si esta pandemia se va acabar, si vienen nuevas variantes. etc. Pero sí la actitud influye mucho en cómo te desenvuelves en la vida principalmente en los resultados que vas a tener. Esto es fundamental, que te des cuenta que si tienes una buena actitud es más probable que logres más cosas a que si tienes una actitud negativa. Pero ojo, cuestión de actitud no es no ver los retos a los que te vas a enfrentar: esas son dos cosas distintas. Simplemente puedes decir: ¿Va a haber retos? Sí, pero estoy seguro que voy a tener las herramientas necesarias para salir adelante en el momento en que tenga que salir adelante. No obvias los retos y entiendes que sí los va a haber; pero te sientes capaz y que tienes las herramientas para salir adelante.


Be U: ¿Qué pasa cuando fallas?

RV: No pasa nada; fallaste, aprendiste. Lo malo sería que fallaras y no aprendieras nada; pero si fallas, te tengo buenas noticias: ¡Todos los humanos fallamos, no una, miles de veces! Es parte del proceso, es como decir: me quiero hacer un sandwich; pues compra los ingredientes, estos no llegan a ti solitos.


El que de repente falles es normal -y te lo anticipo- vas a fallar, y muchas veces. El chiste es entender que eso va a pasar, aprender de las fallas que tuviste y retomar lo antes posible.

Por ejemplo: voy muy bien con la dieta, llevo 15 días y de repente fallé y me comí unas donas; entonces cuál es mi aprendizaje, pues no ir con hambre al super. Entender que al siguiente día puedes volver a dejar de comer donas y no te juzgues tan duro. Claro que es importante estar conscientes y darnos cuenta de los errores que se cometen. Las fallas son normales y es muy importante aprender de ellas y que también te reconozcas. Les voy a recordar una frase:


“Todos los días son Año Nuevo”.

Si ya fallaste hoy, pues mañana puedes volver a empezar y pasado mañana también. Siempre puedes volver a empezar. La oportunidad siempre está ahí, el chiste es que tú la quieras ver, la quieras entender y quieras hacer algo con ello y mi misión es ayudar a los demás, y brindarles siempre la confianza en que siempre se puede volver a empezar.





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