UNOS OSCAR SIN NOVEDAD EN EL FRENTE

Por un lado, se cumplió con las expectativas del glamour, pero por el otro, no hubo sorpresas que hicieran de la noche del domingo digna de recordarse por mucho tiempo. Así fue la entrega número 95 de los Oscar.

Por Alberto Rojas Eguiluz

Hace dos años vimos la entrega del Oscar más deslucida de la historia por culpa de la pandemia, que obligó a llevar a cabo la ceremonia en dos lugares distintos y a muchas estrellas a recibir sus premios desde casa. El año pasado nos tocó ver una de las más desconcertantes por la famosa cachetada que le dio Will Smith a Chris Rock. Ahora que ni la pandemia ni Will Smith serían factores y que las cosas volvían a la normalidad, la entrega de los Oscar fue predecible prácticamente en cada categoría.

En la alfombra roja no hubo queja alguna. Cate Blanchett, Salma Hayek, Jamie Lee Curtis, Ana de Armas y Jessica Chastain estuvieron entre las actrices que mejor se veían, y la pelea estuvo fuerte, mientras que en los hombres resaltó el regreso casi total a la sobriedad, como lo dejaron ver Austin Butler, Brendan Fraser y Antonio Banderas, por mencionar solo algunos nombres. Lo que sí se puede describir como insípido fue la premiación.

Si bien, no hubo momentos tensos a la Will Smith y Chris Rock ni bromas pesadas o polémicas, tampoco hubo momentos memorables. A resumidas cuentas, la entrega 95 del Oscar transcurrió sin sorpresas, salvo la confirmación de último minuto de Lady Gaga para cantar el tema Hold My Hand, de Top Gun: Maverick, que estaba nominado al Oscar. La cantante, que se encuentra filmando Joker Folié à Deux, se presentó en camiseta negra, jeans rotos y un peinado sin complicaciones que se hizo ella misma.

En cuanto a la premiación, en los últimos años fueron justo los Oscar los premios que sorprendieron a la industria, rompiendo el esquema que trazaban los Golden Globes, los BAFTA, los SAG y los Emmys, pero ahora todas estas entregas de premios a lo mejor del cine se alinearon como hace años no sucedía.

Cada Oscar estaba más que cantado: Michelle Yeoh iba a ganar el premio a Mejor Actriz (aunque la actuación de Cate Blanchett la superaba); Brendan Fraser el de Mejor Actor; Todo en todas partes al mismo tiempo a Mejor Película, Sin novedad en el frente a Mejor Película Extranjera y así sucedió con el resto de los premios.

Y se hizo historia

Que la entrega de los Oscar haya sido predecible no quiere decir necesariamente que haya sido injusta del todo. Aunque Cate Blanchett debió llevarse su tercer Oscar a casa como Mejor Actriz, la mayoría de los premios fueron festejados en las redes

sociales.

Uno que nos dejó felices a todos, sobre todo en México, fue el de Mejor Película Animada, que se llevó Pinocho, de Guillermo del Toro. Con este Oscar, Del Toro se convirtió en el primer director en tener Oscars a Mejor Película, Mejor Director y Mejor Película Animada. Por otro lado, Michelle Yeoh hizo historia al convertirse en la primera actriz de origen asiático en ganar el Oscar a Mejor Actriz.

Todos esperábamos que Bardo, de Alejandro González-Iñárritu, y Le Pupille, producida por Alfonso Cuarón, se llevaran los Oscar a Mejor Cinematografía y Mejor Cortometraje respectivamente, pero ambos se fueron con las manos vacías esta vez.

Los momentos emotivos

La entrega predecible de los Oscar contrastó con momentos muy emotivos, como el nudo en la garganta que se le hizo a John Travolta al anunciar el In Memoriam, en el que estaban dos amigas muy queridas que trabajaron con él: Olivia Newton-John y Kristie Alley.

Otros de los momentos más conmovedores de la noche fueron cuando Danai Gurira homenajeó a Chadwick Boseman, la estrella de la primera película de Black Panther quien murió sorpresivamente en 2020, poco antes de que Rihanna cantara la canción Lift Me Up, uno de los temas nominados al Oscar que aparece justo en Black Panther: Wakanda Forever.

Otro más fue cuando Lady Gaga le dedicó Hold My Hand, al director Tony Scott, quien falleció hace una década y dirigió la primera película de Top Gun.

Muchos de los discursos estuvieron cargados de sentimiento, como el de Brendan Fraser cuando ganó el Oscar a Mejor Actor por su impresionante actuación en La ballena (The Whale) y, aunque se trataba de uno de los premios más cantados de la noche, el actor apenas pudo hilar palabras de la emoción que tenía.

La crisis de la entrega de los Oscar parece no tener solución. Ni la conducción de Jimmy Kimmel ni las parejas tan bien escogidas para entregar los premios pudieron salvar la noche. Un llamado de atención más para que la entrega de premios más importantes de la industria del cine cambie su formato, que cada año le deja una menor audiencia.